Comentarios

La muerte de un blog se produce por la falta de comentarios.
Muchos visitantes no se dan cuenta de que sus comentarios son VITALES para la supervivencia de un blog.

No dejes que muera, alimentanos con tus comentarios. Gracias.

martes, 25 de enero de 2011

L I B E R A C I O N

Me he evadido de un hombre implacable y sombrío

que cotidianamente me flagela en la estrecha

prisión en que se agosta mi vida inútilmente

y en donde sólo se de silencio y de frío,

de sombras y mendrugos, ignoro que pecado,

que crimen tan monstruoso puedo haber cometido,

por lo que todo aquello que antaño fuera mío,

la música, la luz, el color, las estrellas,

sistemáticamente me es ahora vedado.

Mis ojos, poco a poco, perdiendo van su intensa

mirada y en mis labios ya se marcan las huellas

de un rictus de amargura, y hay una sed inmensa,

sed de tierra mandita, de náufrago extenuado.

que ha bebido el veneno de las aguas del mar;

mis manos antes sabias en el sutil cariño,

hoy acaso no pueden volver a acariciar;

se va volviendo viejo mi corazón de niño

y es torpe balbuceo mi anhelo de cantar.

Me he evadido, señora; aproveché un instante

en que los ojos malos del hombre que me apresa

se hicieron casi buenos; no sé si aquél brillante

fulgor de sus pupilas, era una llama obsesa,

maliciosa, taimada una burla a mi empeño

de librarme de él, si vierais. . .¡es un hombre

muy raro quién me guarda!, antes siempre risueño,

hoy, siempre pensativo. A veces dice un nombre

y al escucharlo siento no sé porqué un extraño

y dulce sobresalto. El lo nota, señora,

lo nota y me fustiga y al poner en el daño

inconcebible saña, mi carcelero llora

y delatan sus ojos tan amarga expresión

que mi rencor decrece y pienso enternecido

que al herirme flagela su propio corazón.

Otras veces, señora, con un gesto abatido

Se me acerca y clavando, cual dos turbias saetas,

Su mirada en mis ojos, se disculpa pueril.

¡mientras que habla, sus manos, temerosas, inquietas,

me sugieren dos raras arañas de marfil.

Vagamente recuerdo- ¡cuánto tiempo ha pasado!-,

que antaño no tenía las sienes entre canas,

tan áspera la voz, ni ése andar tan cansado,

ni ése extraño mirar. Son cosas tan lejanas

que me llegan borrosas cual si hubiesen cruzado

una espesa neblina o empapado se hubieran

en una tinta gris. . .

Es absurdo, no obstante,

fue muy cierto, señora; quería que florecieran

las rosas en otoño, que el astro cintilante

se volviera cantar y decía jubiloso

que llevaba una llama dentro del corazón.

Y lo extraño del caso, lo absurdo, lo asombroso;

¡era que en mí sentía la llama y la canción!.

¡Como duele el recuerdo, cómo duele Dios mío,

cuando antaño hubo risas y hogaño hay amargura!.

Su cerebro se ha vuelto calculador y frío

y ni un vestigio queda de su antigua locura.

Libertadme, señora, mi torvo carcelero

dormita, pero puede, de pronto, despertar,

y ha de ser mi castigo sumamente severo

si sabe que he venido piedad a suplicar.

cierto es que yo tampoco gusto del plañidero

lamento que mendiga, ni es mi empeño, señora,

llevarme un despectivo: “Anda con Dios, hermano”

que envilece al que brinda y envilece al que implora

y hace que sea una braza la moneda en la mano.

Si os hablo de mi pena también la de él os digo,

-¡más es lo que ha perdido que lo que yo perdí!-,

comprendedlo, señora, no soy ningún mendigo

pues en verdad os pido, más por él que por mí.

No sé por cual prodigio pude evadirme ahora

del hombre que me apresa en su estrecha prisión,

fuerza es ya que retorne. . . Libertadme, señora,

vos tenéis el secreto de mi liberación,

es el vuestro ese nombre que su boca murmura

y sois vos el motivo de su amarga obsesión.

Si efectúas el milagro, señora, su locura

le encenderá una llama dentro del corazón,

vos tendréis un tesoro de amor y de ternura

y yo lanzaré a los vientos mi más bella canción.

Luis Manuel Torres

1957.

No hay comentarios: