OTRO GOBERNADOR
¡Otro gobernador. . . !
el bermellón y el luto del hollín
maculando en paredes, árboles y rocas,
el caduco prestigio de palabras tambor:
“Educación”, “Prosperidad” , “Justicia”.
¡Otro gobernador . . . !
Fanfarrias detonantes y discursos
que suben al trapecio del socarrón oyente
las desteñidas mallas que hacen de la maroma
férvido sacrificio.
¡Otro gobernador! . . . !
El viento sacudiendo enormes mantas
que deslíen abyectos servilismos
de los que encuentran muy cómodo
fincar en la política
los cimientos de adobe de su inepcia,
su renuencia al trabajo y su cinismo,
para obtener jugosas concesiones
o clavar en el prójimo los dientes
al amparo de placa o credencial.
¡Otro gobernador . . . !
El mago de costumbre que ha lucrado
por más de medio siglo con la patria,
escamotea prestigios, reciedumbres,
capacidad, vergüenza y rectitud,
para extraer del fondo del sombrero de copa
al que, por dinastía, le toca
repartir el poder entre los mil paleros
que a cambio de un mendrugo, de un viaje
o de un billete, arriaron el rebaño
y pretenden orondos dar a la demagogia
lustres de democracia.
¡Otro gobernador . . . !
¡Que los dioses se apiaden de ese pueblo!
Luis Manuel Torres
Del libro “EL BUHO”
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